Enfrentemos la crisis hídrica a través de la suma de esfuerzos.
Estamos conscientes que todos los seres vivos y todo lo que conocemos de nuestro planeta depende del agua para subsistir, sin embargo actualmente nos encontramos de frente con un serio problema de desabasto en nuestro país y muchas otras partes del mundo, esto debido al derroche inconsciente de este líquido vital.
Y es que sin darnos cuenta todos contribuímos a este gasto, como si el agua fuera infinita. Pero la realidad es otra. Este líquido vital está contado.
¿Sabes cuánta agua queda en nuestro planeta?
Nuestro planeta es llamado el “Planeta Azul”, pues más del 70% está cubierto de agua. Tal vez ese dato no nos de una idea tan clara de cuánta agua es eso; pero para tenerlo más claro, es como cuando mojamos una naranja y justo la capa de agua que queda adherida a ella es la representación de agua que realmente existe en la Tierra.
Pero lo alarmante es que de ese total...
· El 97% de esa agua es salada y no apta para el consumo humano.
· El 3% es dulce y de este, sólo el 0.5% está disponible para beber
· En cambio el otro 2.5% está concentrado en la atmósfera, glaciares, el suelo, debajo de la superficie o se encuentra demasiado contaminada.
Pero ¿qué podemos hacer para ayudar?
Empecemos con hacer pequeños cambios en nuestra rutina doméstica, logrando un estilo de vida necesario para la existencia y el desarrollo económico.
Actualmente podemos encontrar un sin fin de ahorradores de agua que podemos implementar en nuestros hogares, como:
- Perlizadores; dispositivos que mezclan agua y aire para los grifos ya sea de la cocina, el baño o mangueras, ayudando a ahorrar de 40% a 60% de agua.
- Cisternas de baño de bajo consumo, las actuales descargan de 7 a 10 lt. contra las viejas que gastan hasta 30 lts. por descarga.
- Lavadoras y lavavajillas ahorradoras (buena opción para tomar en cuenta si estás pensando adquirir una).
- Sistemas de riego automático y muchos otros más.
Además de seguir las indicaciones que escuchamos a diario.
•No dejar el grifo abierto, al lavarnos los dientes o enjabonarnos en la ducha.
•No usar trastes de más.
•Tomar duchas rápidas.
•Aprovechar el agua usada en otras actividades.
Día a día pequeños gestos harán la diferencia.
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